Integrantes de la mesa: D. Vicente José González (quirosano, historiador, arqueólogo y gran conocedor de la Historia Medieval de Quirós), Dña. Belén González (quirosana e historiadora), Dña. Vicenta Aurina García (quirosana y poeta), D. Arturo Fernández (quirosano y vecino de Ricabo), D. Faustino Iglesias (vecino de Oviedo, quirosano de Rodiles quien compartió vivencias con los vaqueros de Torrestío cuando trabajó en Torrebarrio), D. Roberto Osorio (Cronista oficial de Quirós). Ejerce como moderador D. Ovidio García García alcalde de Quirós).
Todos ellos felicitan a la organización de la marcha, deseando que ésta siga adelante por muchos años.
Belén defiende el itinerario por Quirós, como se hace en esta ocasión, ya que se trata de la ruta más antigua.
Arturo Fernández (de Ricabo): “Yo era un crío pero, recuerdo a la familia de los capadores. Venía uno delante a caballo hacia Torrestío; después venían las vacas, guardábanse en la cuadra pa pasar la noche. Unos dormían en Ricabo otros en el Posaorio. Pasaron muchos años por aquí, hasta que se hizo la carretera en el año 1944. Recuerdo a Juaco y a Ramiro, que luego siguió viniendo a capar por aquí. Recuerdo a Alfredo, el marido de Encarna el Pizorro” que en una ocasión venía encima del caballo atendiendo de los gochos y cuando llegó al Posaorio tuvieron que mantealu, taba arreciu. Metiéronlu en casa de Auristela pa calentalu. Aquella vida era muy dura”.
Faustino Iglesias (de Rodiles)”Conviví mucho con los trashumantes en la Collada de Torrestío cuidando vacas. Yo estaba en Torrebarrio, en “casa Barriada”. Fui para Torrebarrio en el año 44, al principio conociánme como el criau del ferreru, luego ascendí a “el ferreru”.
Les oía contar en otoño “vamos a preparar la marcha que revuelve el tiempo” o “hay que aguantar que abajo hay poca hierba después del verano tan seco”… ya, pero y si nieva…”.¡Cuántas veces se hizo la trashumancia con nieve, todos sabemos que en el Puertu Ventana nieva, y a veces temprano!
Recuerdo a varia gente de Torrestío: Aurora, Genadio, Manolín el Rojo, Arturo el maestru, Manolo Pachu, Nieves, Benigno, Ramiro, Marcial, Irene…Sólo tuve un “enemigu”, no porque fuese malu; no. Era José El Pizorro, el guarda de pastos de Torrestio. Él cumplía con su obligación y yo con la mía. Yeguas y vacas no pastaban juntas entonces si atendías a unes escapaben les otres. La parte de Torrestío tenía los pastos acotados hasta agosto, y los de Torrebarrio estaban comidos, entonces las vacas iban a lo fresco. Llegaba él con aquel caballón, les barbes, el cinturón con aquella hebilla y la perruca Chispa; a veces echávales patrás y decíate: ¡venga guaje espabila! “otras veces pridábales”.
Principales intervenciones de los asistentes:
Pepe Lorito: “En octubre del 42 nací yo. Soy nieto de Saturio y del Estañador. Contábanme que íbamos pa Torrestío, tendría yo unos meses, y estaba difícil de pasar. Púsose una vaca de parto, metiéronme en la alforja de una burra y quedé en Cuañana con mi guelu. Como no hacía más que llorar, púxome la bota vino a chupar y …¡ a dormir como un santu.!
Ismael de Xiromo: “En primer lugar doy las gracias al alcalde por el recibimiento, pero en Quirós ya se nos recibía bien antes. Si venimos aquí, es porque tenemos grandes y buenos recuerdos que nos contaban nuestros antepasados. Si mi madre me ve, sabe que toy donde ella quisiera que estuviese.
Hoy busqué con los ojos El Posaorio, Les Vueltes, La Vigutierre, aquella señorina Soledad, tantos recuerdos…Este valle tiene el don de la bondad, de la ayuda, de dar todo lo que necesitaban los trashumantes, en ellos se apoyaban. Venían orientados por el tiempo, las témporas, si se veía nieve, si hacía viento, pero sobre todo contando con los vecinos de Quirós.
Respondiendo a la pregunta sobre Perín: Era el padre de Bautista y murió en el alto del Muñón. Perín iba con Santiago el Fariñu y dió la vuelta a buscar un macho rezagado. Al no regresar Santiago fue a buscarlo y lo encontró muerto, congelado.
En otra ocasión Duardo y Bautista iban para Torrestío por el Posaorio, les Vueltes de Garrafe, hasta subir a Sierros Negros y llevaban una yegua próxima a parir. Iba muy forzada. Dijo el del Posaorio: “la noche estuvo de viento y va tar la nieve blanda. Puede que nun podaís pasar”. Efectivamente, los animales llegaron a la nieve pero como taba blanda apenas avanzaban. Dijo Bautista: “la hay que dejar” (la pérdida de una yegua en aquel tiempo era como retroceder 20 años atrás para aquella economía) porque si sigue la matamos nosotros. Les vaques avanzan en la nieve con el pecho pero la yegua va a saltos y no camina. Bautista que tenía mucha experiencia como trashumante decide dejar la yegua cerca de un acebo. Le pusieron la cebadera en el focicu y la dejaron a lo que pasara. Nevó toda la noche y no pudieron volver hasta dos días más tarde. Cuando volvieron la encontraron con una mula y la mula había mamao. Mi madre siempre me recordaba aquel acebo”.
Intervienen Arturo y Faustino y nos aclaran que una mula en aquellos tiempos era el equivalente al sueldo de un minero durante un año. Las mulas se cotizaban muy alto para sacar el carbón en las minas.
Maruja, hija de Joaquín el capador: Soy nieta, bisnieta y tataranieta de trashumantes; de la familia de Genaro Barrera. Desde al menos 1700 nuestra familia paterna eran vaqueros de alzada que iban desde Las Regueras a Torrestío en primavera y regresaban en el otoño. Mi padre y su hermano Ramiro también eran capadores y éste tenía a su cargo esta zona. Estoy muy contenta de hacer esta ruta por el “camino viejo”. Cuando bajaba me decía: por aquí pasaron mis antepasados. Este camín, que tan profundo es, se fue haciendo gracias al paso de los vaqueros de alzada y de otra serie de gente que fue dejando sus huellas.
Tenía una tía, Ramona, que siempre paraba en La Vigutierre. Cuando ella murió, encontramos entre sus fotos antiguas algunas dedicadas por una amiga de ese lugar. Ello constata lo tantas veces dicho: muchos vaqueros entablaban amistades con la gente donde paraban a dormir. Este camino estableció lazos de comunicación y amistad que abrian muchas mentes. No piensa igual aquel que trashuma, conoce gentes y otra formas de vida que quien permanece todo el año en el mismo lugar. También observo que las familias de Torrestío solían tener ocho o nueve hijos y ¿sabéis cuándo muere el primero?:- en la guerra de África; - en una reyerta; - en la guerra Civil,… En el caso de mi abuela vivieron sus ocho hijos hasta la edad adulta. No tuvo muertes de infancia. Pienso que la alimentación era adecuada y que tenían ciertos conocimientos para combatir enfermedades. Recuerdo como me bajaba la fiebre cuando era yo era pequeña: machacaba artemisa con manteca fresca, la colocaba en unos “trapinos” de lino (a modo de gasas) y me las ataba a las plantas del pie con tiras de lino. Así me bajaba la temperatura. Soy nieta heredera de una tradición vaquera que curaba con hierbas”.
Álvaro, de casa El Casero: “Los agradecimientos siempre serán pocos a todos, tanto a la organización como a las personas que juntas hicimos el camino. Soy hijo y nieto de vaqueros que pasaron por aquí y de los cuales supe mucho gracias a lo que me contó mi madre, Berta. Mi güelu (perdonar que me emocione) en aquellos tiempos de miseria, tenía por costumbre echar una peseta a la Virgen de Trobaniello. Yo hoy al pasar por la capilla eché unos euros en su memoria y mientras viva volveré a hacerlo en su memoria. He sentido que cada piedra que pisaba, en cada recodo del camino me sentía como el último mohicano: libre. Mi espíritu estaba con mis antepasados. Tuve alegres compañías, gentes descendientes de vaqueros que no conocía. Durante el camino me decía: por ahí pasó mi guelu, mi padre, tantas piedras, cuánto sufrieron, cuánto vivieron. De todos ellos quedo yo, memoria de una pequeña parte. En lo que a mí dependa, no se perderá. Gracias a todos”.
Marisa, de la familia de casa El Pizorro: “Hablaré yo, pero lo hago en nombre de mis hermanas, Ángeles y Susana. Quiero dar las gracias al ayuntamiento de Quirós, a esta organización que nos ha permitido revivir todo lo que durante nuestra vida habíamos escuchado a nuestra madre, tío y abuela.
También a los que hicieron el camino con nosotras, ayudándonos a recordar, compartiendo y disfrutando de mutuos recuerdos. Somos nietas de Encarna Fuente quien al alzar a Torrestío desde Quirós la llamaban “la turrustiana ”y quien por ser descendiente de una antigua familia vaquera de Limanes, Oviedo (apodada los Pizorros) todos los vaqueros la conocían por Encarna “la Pizorra”. Cuántas historias nos contaron, esos sacos atados a los cuernos de las vacas a modo de maletas, llevando unos pocos cacíos. Aquellas vacas que bien conocían el camino; sabían que alzaban en busca de buenos pastos, bien distinto los gochos zuniegos para caminar, esas ovejas que había que tornar, las gallinas colgando del caballo y en los esterones, si acaso, algún rapacín bien forrau para no caer. Un camino bien distinto al que hicimos hoy todos juntos.
Dos hijos tuvo mi guela y como buena trashumante uno nació en Quirós y el otro en Torrestío. Dos vaqueros de alzada, de los que nos sentimos muy orgullosas por todo lo que nos supieron transmitir de ese camino. Recuerdo que mi tío nos contaba que en la primavera dejaban a los guajes mayores (con trece años) en Torrestío con el ganao que llevaban, mientras volvían a buscar el resto, y cómo los guajes se valían solos. Recordaba aquellas patatas viudas que hacían los del Lorito, Ismael y él sazonadas con el jamón los pobres (el laurel) y cómo sobrevivían solos. De aquellos vaqueros casi analfabetos, nacieron hijos y nietos que en esta vida más confortable estudiaron y se formaron.
Es ésta una buena ocasión para que, todos los que vivimos en primera o segunda persona esa experiencia, adquiramos el compromiso de seguir trasmitiéndola a nuestros hijos, de modo que esta cultura y tradición de alzar a Torrestío no se pierda". Este será el mejor homenaje que hagamos a nuestros abuelos.
Vicenta Aurina García, poeta: Muy emocionada lee el poema que aparece en el programa de la ruta, en el que recuerda los intercambios o trueques comerciales que Quirós hacía con Babia en la postguerra.
Roberto Fernández Osorio, cronista Oficial de Quirós, no pudo hablar dada la premura del tiempo. Gran conocedor de la historia y paso de los trashumantes por Quirós esperamos su intervención en el próximo descenso.
Cierre de la sesión por el Sr. alcalde deseando a los participantes una buena ruta.
Texto resumido: Marisa Pola y Mª Teresa Rodríguez
Asociación Ruta Vaqueros de Alzada de Torrestío (RUVAT )