Articulo publicado en la revista Alzada de Torrestío, 2007
La subida:
Salíamos con los animales andando desde Santolaya (Pruvia, Concejo de Llanera) para Torrestío. Temprano por la mañana. Pasábamos por Lugo de Llanera, en dirección a Posada. Desde allí a San Cucao y El Escamplero. Después bajábamos a Trubia y seguíamos hasta Villanueva de Proaza donde pasábamos la noche.
Al día siguiente seguíamos a Caranga. Desde aquí se podía ir por Quirós o por Teverga. Últimamente íbamos por Teverga, pues ya estaba abierta la carretera de Ventana y dormíamos en Páramo. Al otro día pasábamos el Puerto de Ventana y si no había nieve subíamos atajando por la Collada, pero si había mucha nieve bajábamos por Porcineiro y luego cogíamos, en el cruce, la carretera que va a Torrestío hasta llegar a casa al oscurecer.
Si íbamos por Quirós, pasábamos por Bárzana, Santa Marina y hacíamos noche en Ricabo. Al día siguiente subíamos a las casas del Posadorio y después a la vueltas de Garrafe. Luego pasábamos por Trobaniellu, donde hay una ermita y luego íbamos a los Sierros Negros y desde allí al Puerto de Ventana donde está el deslinde entre Asturias y León. Desde aquí lo dicho anteriormente: igual íbamos por la Collada que por Porcineiro, según la nieve que hubiere.
El retorno:
Al volver para Asturias parecía como si las vacas lo supieran. Tan pronto como les poníamos las cadenas al pescuezo y sacábamos la que llevaba la cencerra, que corría delante, ya no miraban alrededor. Cogían derecho a la Collada. Nosotros no teníamos más que ir detrás.
La primera noche dormíamos en Arrojo, si volvíamos por Quirós. De allí bajábamos a Proaza, Trubia y continuábamos a dormir en el Castañeo de Cartuchos, en Mariñes (Las Regueras). Desde allí íbamos por Tuernes a San Cucao, Posada de Llanera, Lugo y a casa en Santolaya (Pruvia), donde mi madre nos estaba esperando, hacia las tres de la tarde.
Nieves Alvarez. (La poeta de Torrestío)